Una de las actividades más satisfactorias en nuestro trabajo es cuando un cliente te pide que le ayudes a mejorar la empresa con el objetivo de venderla cuando sea conveniente. Este proceso ya lo hemos completado decenas de veces y lo denominamos Road to Exit.

Y es una gozada pues permite transmitir la experiencia que hemos acumulado en nuestros más de 36 años y casi 800 transacciones completadas… además de verificarlo con nuestros colegas.

El primer punto es tener la empresa aseada: correctamente auditada (tampoco hace falta volverse loco pues siempre hay soluciones), equipo gestor fiable, asesores de confianza, etc. Nuestra experiencia es sorprendente pues es más fácil de solucionar de lo que parece… tan solo consiste en ponerlo como primera prioridad.

El siguiente paso es visualizar que tipo de venta le apetece o considera:

  • De un lado puede ser una venta total, mayoritaria o minoritaria y con mayor o menor endeudamiento.
  • Otra consideración es la tipología del inversor sea de carácter financiero o competidor más o menos cercano

Cada escenario se visualiza desde las preferencias personales del decision maker pues el futuro siempre está realmente por escribir y el empresario lo visualiza desde su propio punto de vista de riesgo e ilusión por continuar. En este punto la experiencia concreta de nuestros socios locales e internacionales en cada industria nos permiten ayudarle a vislumbrar posibles escenarios de manera bastante precisa.

Finalmente, analizar las métricas de valoración en el sector más lejos del puro EBITDA y que a nuestro cliente le sea relativamente más fácil de mejorar que a sus posibles compradores: productos innovadores pues son más imaginativos, nuevos mercados como África o Latam, etc. Y alinear la estrategia de la empresa, incluyendo la retribución de los directivos, con estos objetivos.

Este proceso suele durar desde 4 meses hasta un máximo de 18 meses y el resultado es muy gratificante pues siempre se logra una valoración superior a la esperada y el cliente acaba convirtiéndose en amigo personal así como referenciándonos a otros empresarios.

 

Artículo escrito por Josep Ma Romances, Fundador y Presidente CLOSA Capital