El mercado español se reactiva tras el parón provocado por la guerra de Ucrania. La presión por desinvertir y la estabilización de la inflación y los tipos empujan la actividad.

El capital riesgo español ha despertado de su letargo. El estallido de la guerra de Ucrania y sus consiguientes consecuencias macroeconómicas (como la inflación y las subidas de los tipos de interés), unidas a un clima de incertidumbre, secaron la actividad de fusiones y adquisiciones (M&A, en inglés) de los fondos. No obstante, en los últimos meses, y pese al susto de la crisis bancaria de marzo, el mercado se ha reactivado, con operaciones acordadas o en marcha por valor de más de 22.000 millones de euros.

El dato invita a ser optimistas de cara a la segunda mitad de 2023, pero no quiere decir que el mercado haya recuperado todavía la alegría experimentada una vez superado el golpe del Covid-19, cuando se alcanzaron niveles récord en cuanto a número de operaciones y su valor.

Las reglas del juego han cambiado desde entonces. Aún impera un clima de incertidumbre y la financiación se ha vuelto más cara, por lo que los procesos tienden a alargarse más de la cuenta. Hay actividad, pero pocos cierres hasta la fecha, y el precio, en las operaciones que logran acordarse, está condicionado muchas veces a los rendimientos futuros de la empresa, lo que se denomina como earn-out en la jerga.

Oasis

Varios expertos en fusiones y adquisiciones ven en la situación actual un oasis tras la travesía por el desierto de prácticamente el último año. “España, a nivel de expectativas, es el país europeo que más crece y es un mercado atractivo para invertir, algo que están observando los fondos”, comenta Josep María Romances, fundador y presidente de la boutique de M&A Closa Corporate Advisors.

El sector energético es el que ha sostenido la actividad del mercado desde el arranque de año, con varias operaciones protagonizadas por fondos, generalmente soberanos o de infraestructuras, que buscan retornos menores a los del private equity tradicional.

El resto del mercado comenzó a activarse a partir de abril. Un punto de inflexión fue la reactivación del proceso de venta de Planasa, el mayor productor español de fresas y otro tipo de frutos rojos en el que Cinven aspira a una valoración de 1.000 millones de euros en su desinversión. El proceso encara ya su recta final, con el grupo alemán EW Group y el fondo PAI Partners como principales favoritos tras el reciente paso atrás dado por Partners Group.

Cinven ha sido, precisamente, uno de los grandes dinamizadores del mercado en el segundo trimestre. Además de la venta de Planasa, la gestora británica ha adquirido el distribuidor de materiales por autoconsumo solar Amara NZero a ProA con un valor de 800 millones de euros.

La firma que lidera en España Jorge Quemadaacaba de completar la estructura financiera de la transacción, en la que ha colocado un bono de 270 millones de euros al 10,25%, precio que demuestra las nuevas condiciones de la deuda, a la que el capital riesgo recurre para financiar la mayor parte de sus famosas compras apalancadas.

“La subida de los tipos de interés, aunque encarezca la financiación, no tiene un impacto tan grande sobre el retorno final. Cuando ves los números, ves que se puede hacer. Estábamos mal acostumbrados y ahora volvemos a la normalidad monetaria”, explica Romances.

Lejos de tener suficiente con estas dos transacciones, Cinven acaba de contratar a Morgan Stanley y Evercore para evaluar, después del verano, su desinversión en Hotelbeds, empresa valorada en unos 5.500 millones de euros, mediante una venta directa o una salida a Bolsa, opción que también estudiará para salir de RB Iberia (Burger King España) a partir de 2024.

Cierres

AnaCap también lanzó el proceso de venta del grupo de gestión tributaria Gtt hace unos tres meses y ha logrado sellar su venta a Stirling Square en las últimas semanas con una valoración cercana a los 300 millones de euros. Bridgepoint, por su parte, consiguió acordar en mayo, por 700 millones, la compra de Windar Renovables, especializada en pilotes para eólica marina, en un proceso que había arrancado a finales de 2021.

También se anunció recientemente la venta del área medioambiental de Sacyr a un fondo de Morgan Stanley por 734 millones de euros, así como la entrada del gigante de las pensiones canadiense CPPIB en la filial dedicada a esta misma actividad de FCC. En esta última operación, el fondo norteamericano compró un 24,99% de la división por cerca de 1.000 millones.

Junio, en cambio, ha sido el mes de las ofertas públicas de adquisición (opa), con una de 866 millones lanzada por Antin a Opdenergy y, posteriormente, otra de 1.226 millones de Apollo al grupo de inspección y certificación Applus+, ambas sin contar la deuda.

En los últimos días también parece que se ha concretado el proceso de venta de Pachá, donde el hólding árabe Five ha adquirido prácticamente todo el negocio por unos 320 millones de euros. Trilantic y el resto de socios mantienen la propiedad de los restaurantes Lío, la joya del grupo.

En mercado

Todavía quedan por resolver varios procesos de venta, como el de las clínicas de fertilidad Eugin, que está valorado en unos 600 millones de euros. CVC, Partners Group y Mubadala pujan por adquirirlas y la operación podría encarrilarse en el mes de agosto.

Están en mercado, asimismo, dos participadas de Miura como son Terrats Medical y Proclinic, que podrían lograr una valoración conjunta en el entorno de los 500 millones de euros. Ambas están vinculadas al sector dental, al igual que también lo está Corus, participada del fondo belga Careventures que acaba de salir al mercado.

Además, el FC Barcelona está negociando con una Spac cotizada en el Nasdaq del fondo suizo Mountain Partners la salida a Bolsa de su negocio digital, que ronda los 975 millones de euros de valoración, según los términos de las negociaciones. Iesa y Engeneered Fire Piping, valoradas en unos 300 millones entre ambas, también podrían cerrarse antes de la pausa de agosto.

En septiembre, se espera que salga al mercado Freepik, banco de imágenes del fondo sueco EQT, que busca una valoración cercana a los 1.000 millones de euros que podrían pagar alguna gran tecnológica, entre otras operaciones más pequeñas.

Entre las razones de tanto proceso en marcha, el fundador de Closa explica que “son los inversores de los propios fondos (LPs), los que están empujando a las gestoras para buscar las desinversiones”. “Se está buscando salida a operaciones para rotar la cartera y los fondos están encontrando soluciones bastante imaginativas”, concluye.

EL ‘M&A’ ENERGÉTICO VIVE UN FRENESÍ DE MÁS DE 6.700 MILLONES
El sector energético, y en particular el de renovables, ha sido el encargado de sostener el mercado español de fusiones y adquisiciones (M&A) desde el inicio de la guerra de Ucrania. Iberdrola ha sido el gran agitador mediante su estrategia de venta de activos. Este año, selló la venta del 49% de una cartera renovable en España a Norges por algo más de 600 millones de euros, ultima el traspaso del 49% de Baltic Eagle a Masdar por unos 700 millones y selló un acuerdo con GIC para redes de transmisión en Brasil por el que ingresará unos 330 millones, entre otras operaciones en las que no participaron fondos.
Además, Brookfield compró el 50% que no controlaba en X-Elio por unos 1.100 millones; Bruc, vendió activos a Interogo (hólding dueño de IKEA) por 600 millones; y Ardian hizo lo propio con Naturgy por 650 millones.
Repsol, por su parte, busca un socio que aporte 800 millones en su Ecoplanta -un gigantesco proyecto de metanol- y el mercado espera que se lance la venta de FRV, valorada en unos 2.000 millones.

 

Artículo publicado en Expansión: Los fondos agitan el mercado de ‘M&A’ con operaciones por 22.000 millones